En la jornada se ha puesto de manifiesto -gracias a una revisión de los estudios existentes que ha publicado el Instituto de Salud Carlos III- la elevada variabilidad que existe entre los resultados de dichos estudios. Una muestra de ello es el coste sanitario directo medio anual por paciente con diabetes, que varía entre los 687 euros de España y los 10.519 euros de Estados Unidos, actualizados a euros corrientes de 2014.
La guía presentada surge a raíz de “la necesidad de homogeneizar las metodologías existentes para facilitar el proceso de toma de decisiones en una patología de tanto impacto social, por su alta prevalencia y comorbilidades asociadas. Pretende ofrecer herramientas de utilidad a la hora de abordar un estudio de costes y ayudar en la priorización de recursos, a través de buenas prácticas y orientaciones metodológicas”, explica Renata Villoro, especialista en economía de la salud en Weber. La guía complementa la parte estrictamente clínica y nace con la ambición de ser un documento abierto que se actualice de forma periódica.
Su presentación ha corrido a cargo del profesor titular e investigador responsable del Grupo de I+D+i de Economía de la Salud de la Universidad de Cantabria, David Cantarero. Cantarero ha resaltado la importancia de las evaluaciones económicas, “donde la priorización juega un papel fundamental, y más en un contexto de escasez de recursos como el actual. De hecho el gran reto del sistema sanitario es la atención a las enfermedades crónicas (que sufre casi la mitad de la población y suponen entorno a tres cuartas partes del gasto sanitario) y el creciente peso que tendrá sobre el gasto sanitario en el futuro con una población cada vez más envejecida.”
Según Álvaro Hidalgo, profesor titular del Área de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Castilla-La Mancha, “las enfermedades crónicas pueden conllevar costes importantes no sólo para el sistema sanitario sino para la sociedad en su conjunto, al limitar la calidad de vida y la productividad de las personas que las sufren y de sus cuidadores. Los estudios de carga de la enfermedad permiten cuantificar de manera sistemática estos costes y estimar la magnitud de sus principales condicionantes. De esta manera, junto con los estudios de evaluación económica, ofrecen a investigadores y decisores de políticas sanitarias herramientas para valorar las debilidades y fortalezas de las distintas opciones de prevención y tratamiento de estas enfermedades, sirviendo de apoyo al proceso de toma de decisiones en el ámbito sanitario.”