Mujer y medicina: de anécdota, a mayoría

Hasta 1882 no hubo en España ninguna mujer reconocida oficialmente como médico, Durante bastantes décadas siguió siendo una profesión eminentemente masculina, pero desde los años ochenta del pasado siglo las cosas han ido cambiando hasta el punto de que, hoy día, las mujeres en las facultades superan con creces a los hombres.

Datos del Instituto Nacional de Estadística reflejan que a 31 de diciembre de 2011 había colegiados en España más médicos varones –121.439– que mujeres –104.985–, es decir, 53,6 frente a 46,4%. Sin embargo, una ojeada a las cifras por grupos de edad evidencia la progresiva feminización de la profesión que ha experimentado nuestro país. Entre los mayores de 70 años, el número de hombres –14.136– es mucho más elevado que el de mujeres –1.335–, pero por debajo de los 45 años las féminas superan a los varones –más de 27.587 frente a 18.014 entre los 35 y los 44 años de edad, y unas 27.587 frente a 13.490 entre los menores de 35–.
Hace medio siglo era infrecuente ser atendido en la consulta por una mujer, pero ahora es de lo más habitual y lo será cada vez más si tenemos en cuenta que del total de 6.112 licenciados que se presentaron al examen MIR el año pasado, el 64,8% eran mujeres, y que en las facultades representan el 85% del alumnado.

Mujeres pioneras
En España no hubo mujeres con título de médico hasta el siglo XIX, lo mismo que en la mayoría de países, pero su contribución a esta profesión existe desde hace milenios. Tenemos muchos ejemplos a lo largo de la historia, desde Aspasia o Agnodice, que vivieron y contribuyeron al progreso de la medicina en la Grecia Clásica, a Trotula de Salerno, que al parecer ocupó una cátedra en la Escuela Médica Salernitana en el siglo XI, o Dorotea Bucca, que daba clases en la Universidad de Bolonia en el siglo XV.
Acercándonos más a nuestro tiempo, se cree que la primera mujer que cursó una carrera universitaria de Medicina fue Dorotea Christiane Exleben-Leporin, quien pidió permiso al rey de Prusia para estudiar en la Universidad de Halle y obtuvo su título en 1754. Fue un caso aislado.
En el mundo anglosajón se suele citar a la norteamericana Elizabeth Blackwell, graduada en el Geneva College de Nueva York en 1849. Pero hay fuentes que aseguran que el doctor James Barry –primer cirujano del Imperio Británico que realizó con éxito una cesárea en la que la madre y el hijo sobrevivieron– era en realidad una mujer que se hacía pasar por hombre para poder ejercer y que, tras servir durante décadas en la Armada británica, no se descubrió el engaño hasta que se le hizo la autopsia cuando murió en 1865.
Los obstáculos que en aquella época ponían los hombres a las mujeres para no acceder a las facultades de medicina eran tan variados como extravagantes, desde incapacidad mental y física debida a la menstruación hasta inferioridad mental provocada por tener un menor tamaño cerebral.
Dolors Aleu i Riera, la primera española licenciada en Medicina a quien el Colegio de Médicos de Barcelona rinde homenaje este año en el centenario de su muerte, conoció bien ese tipo de obstáculos. Se cuenta que iba a las clases con dos escoltas que le puso su padre, que al parecer tenía un cargo importante en la policía municipal. Nacida en 1857, se matriculó en la Facultad de Medicina de Barcelona en 1874 y acabó sus estudios con un expediente brillante cinco años más tarde. No obstante, no le dejaron presentarse a las pruebas de licenciatura hasta 1882.
Una vez aprobadas, aquel mismo año leyó su tesis doctoral –«De la necesidad de encaminar por nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer»–, aunque lo hizo cuatro días después que Martina Castells. Otra compañera de ambas –y la primera que consiguió matricularse en la carrera, incluso tres años antes que las otras dos- fue Helena Maseras. En cualquier caso, Dolors Aleu fue la única de ellas que ejerció como médico durante varias décadas hasta su muerte en 1913 a la edad de 56 años. Ello la convierte en la pionera de todas las mujeres que trabajan como médicos en España, una mujer que rompió moldes sociales, morales e intelectuales de su época.

Hacia la igualdad
Dolors Aleu dio en España el primer paso hacia una situación de igualdad entre géneros en la profesión médica. En el acto de presentación del Año Doctora Dolors Aleu en el Colegio de Médicos de Barcelona, el presidente de esta institución, Miquel Vilardell, declaró que «hoy día ya no se puede hablar de desigualdad sino de enorme igualdad» al menos en cuanto a cifras, y que, en su opinión, «solo es cuestión de tiempo que se produzca esa igualdad también en lo que se refiera a la ocupación de cargos directivos».
Aunque la cifra de médicos mujeres supera a la de hombres en las franjas de edad más jóvenes, lo cierto es que el acceso a cargos de mayor jerarquía no ha evolucionado del mismo modo. No existen muchos estudios centrados en la feminización de la profesión médica en España. Sin embargo, un interesante análisis presentado en el año 2000 en el VIII Congreso de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) investigó el tema alcanzando conclusiones, algunas de las cuales siguen vigentes más de una década después. Sus autoras, tras constatar la creciente feminización de la profesión, ponían de manifiesto una «desproporción palpable entre el número de mujeres que ejercen la Medicina y las que ocupan puestos de responsabilidad respecto a sus compañeros masculinos».
Por ejemplo, señalaban que en aquel momento la proporción por sexos de médicos colegiados era del 54% para los hombres y del 46% para las mujeres. Sin embargo, solamente el 11% de los cargos en colegios de médicos –vocalías incluidas– eran mujeres. En sindicatos médicos el porcentaje femenino en cargos de comités ejecutivos, vocalías y delegaciones sindicales era del 19%, pero si se valoraban únicamente los cargos de presidente, vicepresidente, secretario, vicesecretario y tesorero, la cifra se quedaba en el 10%. Previsiblemente, la representación de mujeres en instituciones representativas del colectivo médico ha ido aumentando en la última década, pero sigue siendo escasa.
Sobre otros puntos, las autoras de aquel trabajo destacaban que no existe ningún tipo de discriminación por género en materia laboral ni salarial en la medicina española, pero sí otras diferencias notables entre ambos sexos. Por ejemplo, la tasa de desempleo era superior entre las mujeres, lo mismo que la proporción de médicos licenciados que no ejercen como tales, hechos que, a juicio de las autoras, podía deberse, «por un lado, a factores sociofamiliares y, por otro, a la reciente incorporación de la mujer al mundo laboral».

Conciliación de la vida profesional y familiar
Hace poco menos de un año se levantó una gran polvareda a raíz de las declaraciones a Diario Médico de algunos presidentes de sociedades científicas acerca del impacto que puede tener una excesiva feminización de la profesión médica sobre la asistencia. El presidente de la Asociación Española de Pediatría en aquel momento, Serafín Málaga, declaró que en época de recortes, sin posibilidad de sustituciones, la mayoría femenina en algunas especialidades provocaba problemas en los servicios debido a la frecuencia de bajas por maternidad o permisos derivados de la conciliación de la vida profesional y familiar. «Es un hecho real que la mujer es la que pare, y es indudable que ello tiene repercusión en el ámbito laboral», dijo. También declaró que su especialidad «cuenta con una alta tasa de feminidad y que en el número de plazas que se convoquen para los médicos en formación se debe tener en cuenta este hecho». Otros presidentes de sociedades científicas con gran presencia de mujeres, como las de Ginecología y Obstetricia (SEGO) o Endocrinología y Nutrición (SEEN), también expresaron su malestar por los problemas en la organización de las guardias por acumulación de bajas laborales, maternales o por motivos familiares, e indicaban que «los inconvenientes que ya se estaban dando se incrementarían a corto plazo debido a la baja tasa de reposición existente por la crisis, y a medio plazo a medida que se fueran jubilando los médicos de más edad, donde se concentran los hombres».
Como réplica a aquellas declaraciones, la secretaria general del Colegio de Médicos de Barcelona, Pilar Arrizabalaga, dijo a El País que «hacer un problema de la feminización de la medicina es una sinrazón y una aberración», y calificó de «falacia» decir que «la crisis cuestionará las coberturas asistenciales porque las mujeres paren».
Igual de contundente fue Maite Paramio, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) de Cataluña, que escribió una carta a El País en respuesta a las declaraciones de algunos presidentes de sociedades científicas. «Parece que la crisis económica unida a la feminización de la medicina –escribió Paramio– va a ser una situación difícil de soportar para nuestros presidentes. Lo malo para ellos es que no pueden hacer nada legalmente. Sus doctoras fueron las jóvenes que sacaron la mejor nota para entrar en Medicina, las jóvenes que sacaron la mejor nota para hacer el MIR y las más calificadas después para tener una plaza en el hospital. Nadie las eligió en votación secreta ni tan siquiera las nombraron desde las alturas de la medicina. Están donde están por méritos propios y objetivables, cosa que no todo el mundo puede decir».
También la directora del Observatorio de la Mujer Médico (OMM), Dolores Celdrán, respondió públicamente a las declaraciones de los presidentes de la AEP, la SEGO y la SEEN: «Contemplamos con preocupación, indignación y tristeza cómo algunas opiniones de profesionales de la medicina vienen a corroborar nuestra percepción de que queda mucho camino por recorrer, no solo en la lucha por garantizar la aplicación al colectivo médico en su totalidad de las leyes que garantizan la conciliación familiar y laboral de las personas trabajadoras o las que garantizan aspectos tan básicos como la igualdad de géneros y fomentan la corresponsabilidad, sino que además es necesario no bajar la guardia en la promoción del respeto y la dignidad de la mujer médico (y por extensión, de todas las mujeres que trabajan en el sistema sanitario)».
«Desde hace años –proseguía Dolores Celdrán- en el OMM venimos advirtiendo de las consecuencias que la feminización de la medicina tendrán (y tienen ya) sobre el funcionamiento del SNS, indicando la necesidad de prever en el mismo las consecuencias de la aplicación de la legislación vigente, en un sistema como el sanitario que exige mantener el funcionamiento de la red asistencial las 24 horas del día y durante todo el año. Sin embargo la administración sanitaria ha hecho oídos sordos a esta realidad resultando como consecuencia de ello discriminación, diferencias, y conflictos».
En busca de respuestas
«Reconocemos la biología de la mujer a la vez que la realidad de sus condiciones socio-familiares en relación con las profesiones sanitarias –añadía la directora del OMM-. Somos conocedores de los problemas laborales de la mujer médico y también de que los objetivos deseables de igualdad en la vida cotidiana aún estar por alcanzar». A partir de ello, entre las posibles respuestas –«que no “soluciones”, porque no existe realmente ningún problema»– a la mayor presencia femenina en la profesión médica, citaba la necesidad de incrementar las plantillas y las sustituciones al 100%, flexibilizar los horarios, crear guarderías o convenios con centros privados o ayudas sociales, facilitar el transporte al puesto de trabajo sin asumir riesgos a las mujeres embarazadas, posibilitar la acumulación de días y horas de trabajo para poder tomarlos en forma de tiempo libre cuando las obligaciones familiares lo requieran, y fomentar una educación no sexista donde las mujeres no sean discriminadas por el hecho de serlo.
Para el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, la feminización es algo muy positivo para la profesión. A su juicio, los médicos deben tener jornadas más normales que hasta ahora y no hay por qué exigir a las mujeres una disponibilidad que no se exige en otras profesiones. «Si hay que conciliar la vida profesional y laboral, hay que cambiar las cosas», declaró en el momento de la polémica.
En el informe presentado en el Congreso de la CESM del año 2000, antes referido, ya se ponía de relieve la necesidad de cambiar algunos aspectos de la realidad para facilitar a las mujeres su desarrollo profesional sin que ello afectara a su vida familiar. En este sentido, planteaban la necesidad de alcanzar un gran pacto social entre mujeres y hombres que permitiera el reparto equilibrado de las responsabilidades en la vida profesional y en la privada.
«No parece tarea fácil –escribían–, pero es preciso buscar soluciones entre todos porque el problema no es exclusivo de las mujeres, es un problema de toda la sociedad. Los cambios socioculturales son lentos y, en tanto llegan, es necesario que se adopten medidas adicionales que favorezcan la protección familiar. Será responsabilidad de todos nosotros, mujeres y hombres, determinar y decidir qué tipo de medidas debemos adoptar». 

 

Año Dolors Aleu

El Colegio de Médicos de Barcelona conmemora este año el centenario del fallecimiento de la doctora Dolors Aleu, la primera mujer de España que se licenció en Medicina y ejerció la profesión en una época en la que a su sexo únicamente se le concedió un papel doméstico.
A lo largo del año se han programado diversos actos con los que la entidad colegial quiere hacer una reflexión sobre la situación profesional de la mujer médico a lo largo del tiempo y en la actualidad, así como lo que ha representado la progresiva feminización de la profesión.
Edelmira Domènech, comisionada del Año Doctora Dolors Aleu i Riera, explica que el 14 de junio se desarrollará en la sede del colegio barcelonés un coloquio sobre «cómo ven las mujeres médicos su doble trabajo como médico y como mujer, y en el que participan en todo momento un hombre y una mujer». Una segunda sesión tendrá lugar en octubre en la sede de la Real Academia de Medicina de Barcelona, y en ella se hará un repaso histórico de la labor que han desempeñado las mujeres en la medicina y la sanidad desde la antigüedad hasta el momento actual.
Con toda la información, posteriormente se publicará un libro en el que colaborarán los distintos expertos participantes en dichas sesiones.

 

 

 

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  • Modificado por última vez en Jueves, 30 Enero 2014 16:05
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