Con el objetivo de ofrecer a los profesionales sanitarios y educativos que trabajan con grandes prematuros y sus familias los últimos conocimientos y avances sobre la situación de este colectivo en España, se ha celebrado el curso ‘La gran prematuridad en España: el desarrollo de los/as nacidos/as con menos de 1.500 gramos’, enmarcado en la XXVIII edición de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

De acuerdo a Concepción Gómez Esteban, profesora titular de la Universidad Complutense de Madrid y directora de este curso, en nuestro país el nacimiento de los niños nacidos antes de la semana 32 de gestación o con muy bajo peso es la principal causa de morbimortalidad en la infancia, y el parto prematuro supone un importante problema sanitario, educativo y sociofamiliar “por la magnitud del número de bebés afectados, los problemas del desarrollo que puede originar nacer tempranamente y la repercusión en la vida familiar”.

Por este motivo, durante cinco días los expertos más destacados en las diversas áreas implicadas en el cuidado de los nacidos muy prematuramente han tratado los aspectos biológicos, socioeducativos y familiares que influyen en el desarrollo de estos bebés desde que nacen hasta que acaba su adolescencia. Según la directora del curso, que ha sido reconocido con 5 créditos de Formación Continuada de Profesiones Sanitarias, “la prematuridad es una condición biológica y psicosocial de mucha complejidad que requiere para su abordaje de expertos y disciplinas diferentes”, incluyendo a la farmacia comunitaria, que también debe integrarse como un agente fundamental en el cuidado de la salud y el bienestar de los nacidos prematuramente y de sus familias.

Yolanda Tellaeche, presidenta del Instituto de Formación Cofares, farmacéutica comunitaria y ponente del curso, recuerda que el farmacéutico es el agente de salud más accesible y cercano al ciudadano. “Desde la farmacia hospitalaria a través de la formulación magistral se hacen medicamentos personalizados para el bebé prematuro, siendo una herramienta terapéutica imprescindible para su correcto desarrollo. Tras el alta, es en la farmacia comunitaria donde damos continuidad al tratamiento prescrito”. Y añade que es importante dentro del ámbito de primaria una comunicación entre el pediatra y el farmacéutico que posibilite una acción coordinada en la información y consejos a la madre. “Es una forma de ser más efectivos y mejorar la calidad asistencial”.

Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que aquellos que nacen a término, y, de hecho, protagonizan el 75% de los ingresos hospitalarios de neonatos,de acuerdo a la Sociedad Española de Neonatología (SENeo). El grado de prematuridad puede repercutir en un mayor riesgo de complicaciones graves como parálisis cerebral, déficits sensoriales, enfermedades crónicas o de padecer infecciones respiratorias agudas, especialmente la bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS).

Durante el curso se darán a conocer los principales resultados de un proyecto multidisciplinar con 1.200 niños nacidos con menos de 1.500 gramos en España entre 1993 y 2011 entre los que cabe destacar que más de un 44% de los nacidos muy prematuramente en ese período tuvo al menos un reingreso hospitalario; representando los problemas respiratorios la principal causa (en un 24% de los casos). De acuerdo a Gómez Esteban, entre las 10 causas más frecuentes de ingreso hospitalario en niños entre 0 y 14 años la primera es la bronquiolitis y la más frecuente de este tipo de infecciones respiratorias la causada por el virus respiratorio sincitial. El segundo motivo más frecuente fueron las operaciones de cirugía, representando cerca del 15% de los casos.

Logros y avances en prematuros
Los resultados de este estudio también han puesto de manifiesto la positiva evolución en la salud de los nacidos prematuramente que se ha producido en nuestro país durante los últimos 20 años, un período donde se ha reducido de manera muy importante la mortalidad y también han ido disminuyendo para el conjunto de esta población las grandes secuelas de la prematuridad como la parálisis cerebral o las relacionadas con déficits sensoriales graves (visuales y auditivos).

Como explica Alfredo García-Alix, neonatólogo del Servicio de Neonatología del Hospital Sant Joan de Déu d'Esplugues de Llobregat, Presidente de la Fundación NeNe y ponente en el curso, las tasas de supervivencia de los prematuros menores de 32 semanas de gestación han mejorado mucho en los últimos años en los países desarrollados, incluyendo España. “Las mayores mejoras se han dado particularmente en aquellos más pequeños cuya edad gestacional está cerca del límite de viabilidad (22-26 semanas de gestación).

Los niños prematuros más extremos siguen teniendo un alto riesgo de desarrollar una amplia gama de complicaciones neurológicas tanto durante su ingreso en la unidad neonatal como a largo plazo o de forma permanente. No obstante, en España la supervivencia libre de morbilidad neurológica mayor en este grupo ha aumentado desde el 39,6% en los años 2002-2006 al 45,1% durante los años 2006-2011, según datos de SEN1500”. Respecto a los déficits sensoriales, el especialista explica que desde los años 90 del siglo XX al final de la primera década del siglo XXI ha habido una notable reducción en la frecuencia de la ceguera, “del 8-10% a menos del 2% en la actualidad, aunque las tasas de discapacidad auditiva han sido generalmente estables en torno al menos de 7%”.

Gómez Esteban destaca los logros en la humanización de las Unidades de Neonatología, puesto que ya más del 50% de estas Unidades están abiertas 24 horas a los padres o la efectividad de las medidas de apoyo a la lactancia materna destinadas a este colectivo, pero señala la falta de recursos que son cruciales para enfrentarse al nacimiento de un hijo muy prematuro como el apoyo psicológico o de padres veteranos.

Seguimiento y atención tras el alta
Con el regreso al hogar empieza un difícil periodo para la familia. De acuerdo a las conclusiones del estudio, el apoyo a la familia durante todo el proceso de crianza y el seguimiento médico y la atención temprana para prevenir morbilidades y trastornos son factores que inciden claramente en el mejor desarrollo de estos niños. “Además, se deben reforzar las medidas de atención en la escuela e impulsar la investigación sobre las causas del parto prematuro y sus consecuencias para la infancia, las familias y la sociedad en general”, concluye Gómez Esteban.