Las preparaciones destinadas a uso oftálmico deben ser formuladas de manera que sus valores de pH y osmolaridad se aproximen lo máximo posible a los valores fisiológicos, para evitar la irritación del ojo. Aun así, muchos fármacos no son químicamente estables ni hidrosolubles a un pH próximo a 7.4, éste hecho puede resolverse por la capacidad tampón de las lágrimas dentro de un rango de 3,5 a 8...