Un punto particularmente destacado de su investigación es su enfoque translacional que amplía los resultados de la investigación sobre la ciencia nutricional mecánica y básica a estudios en humanos, por lo que influye sobre el desarrollo de directrices nutricionales y tratamientos innovadores.
Los descubrimientos del Prof. Calder han demostrado que los ácidos grasos –o la falta de ellos– están involucrados en un amplio espectro de dolencias comunes que van desde diversas alergias, hasta la arteriosclerosis y enfermedades inflamatorias, como pueda ser la enfermedad de Crohn. El trabajo que se ha llevado a cabo en este área a los largo de los últimos 25 años, al que el Prof. Philip Calder ha contribuido de manera importante, ha profundizado en la comprensión de la comunidad científica sobre los mecanismos subyacentes que explican la relación entre nutrición e inmunidad, un importante primer paso para desarrollar consejos nutricionales sobre cómo alimentar mejor al sistema inmunitario.
Si bien los ácidos grasos ocupan un lugar central en el trabajo de Philip Calder, también se ha ocupado de campos relacionados, tales como los prebióticos y los probióticos y el déficit de hierro y aminoácidos, siempre con el objetivo de dirigir los conocimientos de la ciencia nutricional hacia la mejora de la salud pública.