Según Errando, "el efecto de esta toxina botulínica dura entre 6 y 12 meses con una única inyección, dependiendo del paciente, por lo que realmente puede llegar a cambiar la vida de muchas personas. Según los estudios EMBARK, el 27,1% de los pacientes tratados con la toxina botulínica tipo A de Allergan no sufría pérdidas de orina en la semana 12 después de la primera inyección. Asimismo, el 46% de los pacientes redujo su incontinencia en un 75%, hasta el 60,5% de los afectados vio sus pérdidas de orina reducidas a la mitad y se redujeron los síntomas más frecuentes, como la urgencia, la frecuencia y la nocturia.
Según destaca Errando, "la técnica de infiltración es muy sencilla, la debe realizar un urólogo, no requiere intervención quirúrgica, basta con anestesia local y/o sedación si lo desea el paciente, y son 20 inyecciones en el tejido que recubre el interior de la vejiga, que se realizan en apenas 30 minutos", apunta este especialista.