La prueba que Rubió comercializa en España, denominada APPY1, utiliza la combinación de múltiples biomarcadores, dando un resultado que permite descartar que el dolor abdominal tenga como causa una apendicitis aguda. APPY1 mide la concentración de MRP 8/14 (calprotectina) y de la proteína C-Reactiva a partir de una muestra de plasma. La prueba se completa con la introducción en el reader, de forma manual, del valor del recuento leucocitario. Mediante un algoritmo interno, APPY1 devuelve dos posibles resultados: "Negativo", si la apendicitis está totalmente descartada, o "No concluyente". La fiabilidad del valor predictivo negativo (VPN) de APPY1 es de un 97%. Los estudios realizados hasta el momento con APPY1 se han centrado en la franja de edad que abarca niños, adolescentes y adultos jóvenes, habiendo demostrado su efectividad.
Estudio con la SEMES
Los casos en que el uso del test que distribuye Laboratorios Rubió es más útil son aquellos en los que la exploración física no resulta concluyente, por lo que el médico procedería a realizar una ecografía abdominal y, si aún no puede descartar con certeza el diagnóstico de apendicitis aguda, un TAC. El uso de APPY1, en caso de dar un resultado negativo, evitaría la realización de las pruebas de imagen, reduciendo además la estancia hospitalaria del paciente.
Con la intención de comparar la práctica clínica habitual en este campo con una práctica que incluya el uso de APPY1, Laboratorios Rubió iniciará a finales de abril un estudio en colaboración con la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). Se realizará en cuatro centros de diferentes zonas de España, y en cada uno de ellos se incluirá a 100 pacientes con el objetivo de cuantificar el impacto del uso de APPY1 en el manejo clínico en pacientes con sospecha de apendicitis.