En el encuentro se ha concluido que, al igual que sucede en otras muchas enfermedades crónicas, la diabetes es compleja de manejar, dado que,a menudo va acompañada de complicaciones secundarias. El control glucémico inestable y especialmente las hiperglucemias posprandiales son considerados factores de riesgo que conducen a complicaciones a corto y largo plazo, tales como enfermedad cardíaca, derrames cerebrales, neuropatías, retinopatías o enfermedad renales. La Federación Internacional de Diabetes (FID) calcula que alrededor del 50 al 80% de las personas con diabetes mueren a causa de enfermedades cardiovasculares. Las pruebas científicas más recientes demuestran que es importante considerar no sólo el promedio de los valores de glucosa de la HbA1c, sino también los perfiles individuales de glucosa diaria, con el fin de mejorar sustancialmente el control glucémico y prevenir las complicaciones secundarias.
Estudios: STeP y DECIDE
Los resultados del estudio STeP han demostrado que la automedición estructurada de la glucemia (AMG), la visualización de datos y el análisis de patrones, con los consiguientes ajustes en el tratamiento, puede reducir significativamente los valores de HbA1c, mejorar el control de la glucemia y proporcionar más calidad de vida a los pacientes. Según Ildikó Amann-Zalán, jefe de Asuntos Médicos de la EMEA/LatAm, de Roche Diabetes Care, «la medición estructurada también puede tener un efecto positivo en biomarcadores cardiovasculares como el hs-CRP o el NT-proBNP, indicando una reducción potencial del riesgo cardiovascular de los pacientes que la realizan.
Asimismo el estudio DECIDE, que contó con la colaboración de 288 profesionales de la salud, demostró que usando una herramienta automática de decisión basada en la medición estructurada junto con una formación adecuada, los participantes eran capaces de evaluar las complicaciones glicémicas de forma más efectiva y tomar las medidas terapéuticas oportunas.