La relación entre la microbiota intestinal y el sistema nervioso central es algo conocido desde hace tiempo. Cada vez se publican más trabajos sobre la participación de la microbiota y sus metabolitos en la etiopatogenia de enfermedades neurodegenerativas, síndrome del intestino irritable, autismo, esquizofrenia y depresión. Esta relación, conocida como eje microbiota-intestino-cerebro, implica a varias rutas aferentes y eferentes, así como al nervio vago y al eje hipotálamo-pituitaria-adrenal, e interactúa a través de los sistemas inmunitario, neuroendocrino y neuronal. La microbiota tiene influencia en nuestro cerebro e intestino a través de la secreción de sustancias neuroactivas (serotonina, noradrenalina, dopamina, glutamato y ácido gamma-aminobutírico), y también puede alterar el funcionamiento cerebral de forma indirecta a través de cambios en el estado inflamatorio e inmune, produciendo citoquinas proinflamatorias. La disbiosis o desequilibrio de la microbiota normal en el tracto intestinal puede llevar a ciertos trastornos mentales, como depresión y ansiedad.
Palabras clave: Microbiota intestinal, enfermedad, eje microbiota-intestino-cerebro, disbiosis.